Renunciar a las obligaciones y derechos paternales sobre hijos no biológicos.
La madre de la menor y el varón, celebraron su unión matrimonial cuando la niña tenía seis años, asumiendo a su vez, la patria potestad no biológica reconociendo así a la menor como su hija.
El TSJ entendió la renuncia por paternidad de un hombre que había asumido el papel de padre de la menor de su pareja.
Tras un año casados, los cónyuges decidieron separarse, siendo entonces cuando cesó la convivencia conyugal. Transcurridos los 3 años del divorcio, el hombre impugnó la filiación reconocida, hecho controvertido dado que al hallarse un divorcio de por medio, el alto tribunal considera que está por encima de las estipulaciones civiles por lo que impugna la filiación. Pero el hombre perdió su derecho sobre la disolución de los derechos porque no se presentó en el plazo correcto que indica el Código Civil. Para el caso en el que nos encontramos la ley contempla un año por tratarse de una filiación matrimonial. Para los casos de parejas no casadas, el plazo se ampliaría hasta los cuatro años.
La Sentencia dictamina:
En su sentencia, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo añade que no le parece justa una visión general de los reconocedores de paternidad como «personas frívolas o inconstantes cuyos caprichosos cambios de opinión no pueda el derecho tolerar» o a las que deba privárseles de toda posibilidad de reconstruir su vida afectiva y familiar».
«La solución de que, aun siendo reconocedores de complacencia, puedan tener esa posibilidad abierta durante los breves plazos de caducidad establecidos con carácter general en los artículos 136 y 140. 2 del Código Civil, nos parece una solución moderada, que conjuga adecuadamente los intereses en juego», concluyen los magistrados.
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